La piel en sí misma es biológicamente el órgano más grande que tenemos, pero a nivel social es re-valorada desde diferentes perspectivas. El cuerpo como elemento artístico sólo es un receptáculo vacio, que depende de su contexto y de nuestros valores. Ante la propuesta del creador son confrontados el bagaje cultural e idiosincrasia del espectador, quien verá reflejados frente a si sus propios intereses y contradicciones.
Como ejemplo los genitales -que aunque ocupan una mínima parte en relación a toda nuestra geografía corporal- son la fuente más poderosa de prejuicios, tabúes y ordenamientos morales de toda índole.
Mi interés siempre ha sido lo humano, lo que social y oníricamente crea y se recrea. Mi fascinación reside en la relación de la desnudez humana en contraposición a la sexualidad, la declaración, los estilos de vida, los sueños, las pesadillas, lo bello y lo que no lo es, lo aceptado y lo controversial, en síntesis: lo que significa ser humano .
Son dieciocho años de trabajo que han significado -justo en este momento- la mitad de mi propia existencia; en este tiempo yo no he inventado nada -todo existe ya- mi labor es sólo documentar, exaltar, mencionar, cuestionar o recrear.
Nuestra imagen al ser retenida por diferentes medios -químicamente o pixeles- se mantiene en constante transformación en el pensamiento, cambia en el tiempo pues todo pensamiento humano evoluciona.
