Las cabañas que se ofrecen cerca de playa SALINAS atendidas por su dueño (www.salinesgarden.com) tienen instalaciones muy completas para cocinar, cosa que hicimos todos los días, pues comer afuera era excesivamente oneroso para nosotros. Las pocas cabañas que tiene están muy bien decoradas y hay que reservar con antelación. El dueño atiende personalmente con una cordialidad fuera de lo comùn. Cada cabaña lleva un nombre, nosotros estuvimos en la WAIKIKI
Uno de los motivos que genera altos costos en todos los servicios es que todas las provisiones vienen del exterior,
La isla vive del turismo y salvo alguna artesanía, o perfumería , carece de industria propia. Asimismo carecen de ríos, por lo tanto el agua que se consume es agua de lluvia que purifican, aunque se nos aconsejó tomar agua mineral.
La vegetación es exuberante al menos en la época de lluvias, puesto que no ha habido como en otras islas del caribe explotación de carbón ni de madera. Existen varios cerros de altura considerable cuyos caminos ascienden hacia casas que “los ricos y famosos” han construido en altura.
Para llegar a St.Barth se puede utilizar un avioncito de seis asientos que tarda 15 minutos y que sale del aeropuerto Juliana en St.Martin, con vuelos frecuentes desde la mañana hasta la bajada del sol, o bien un ferry que tarda 45 minutos y que es un poco más económico, pero no demasiado, y que se mueve bastante si el mar esta picado.
Saint Barth es un pequeño jardín montañoso, comparable a la Costa Azul,. El paisaje tiene pequeñas villas diseminadas por las colinas, hoteles de lujo, cabañas escondidas entre palmeras, pequeños centros comerciales en distintos puntos , y el puerto de Gustavia, la capital , que es donde anclan los veleros.
Esta isla tiene características muy peculiares:
Está prohibido construir edificios altos, los hoteles son pequeños, y con mucha vegetación, y no hay casinos. Realmente un paraíso natural.
Existe una alta conciencia de conservacionismo absolutamente incorporada al pensamiento de los habitantes de ST,.Barth, Se oponen, por ejemplo, a dejar construir bares o instalaciones en las playas, pues saben que el paisaje perderá su encanto natural. De modo que no existe otra opción que alquilar un coche o bien una 4x4 para ir y volver de la playa porque hay que llevarse hasta el agua..
Algo de Historia
Colón bautizó esta isla con el nombre de su hermano, Bartolomé, aunque mucho antes los primeros pobladores la llamaban Ounalao.
Los franceses se establecieron a fines del siglo XVII atraídos por su posición estratégica y la calidad de su puerto. Pero, al final, acabó convirtiéndose, por razones de política colonial, en la única posesión sueca del Caribe.
Actualmente la Isla pertenece a Francia, junto con Guadalupe y con St. Martin parte francesa, y quedan vestigios de la antigua dominación sueca, Al pasear por sus calles se encuentran todavía las placas de sus nombres escritas en francés y en sueco.
Gustavia, la capital, debe su nombre al rey Gustav III y, vista desde algún mirador, ofrece uno de los conjuntos más atractivos de estas islas, con todos sus tejados rojos recortados entre la vegetación
El puerto, verdaderamente calmo y protegido debido su posición privilegiada, está lleno de veleros, yates y catamaranes provenientes de todas partes del mundo.
Aparte de Anse de Grande Saline, donde está ubicada la playa nudista, existen otras de gran belleza como Anse du Gouverneur a la que se llega por una tortuosa carretera, o la de St. Jean, con centros comerciales de precios más accesibles que los de Gustavia.
Recomiendan tomar un velero en Gustavia y emprender la travesía hacia Anse de Colombier. El barco sale del puerto y bordea la costa en busca de su destino, y cuando da la vuelta a un promontorio, aparece la playa. No hay carretera, sólo una vereda que serpentea por la cuesta.
Por Florencia Brenner
info@revistanudelot.com.ar
Reedición de articulo publicado en Bola internacional-
Argentina, noviembre 11 de 2006
Fuente fotos http://visuals.didierbeck.com/French-West-Indies/Saint-Barth Portfolio/15400266_BccvZ#834484979_PkKnJ
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