Existen dos formas de conocer St.Barth (St. Bartholomy):

Disponer de una cuantiosa fortuna , con o sin velero incluido o., de lo contrario como en nuestro caso, aprovechar las ofertas de temporada baja, donde los costos se reducen a la tercera o cuarta parte de lo normal .

Esta temporada, en parte, coincide con la época de huracanes y de lluvias frecuentes y espasmódicas que, sin embargo, no impiden ir a la playa, ni meterse en ese invitante y cálido mar

.Existen momentos en que el sol radiante se mezcla con una cortina de lluvia. El día termina poco más de las cinco de la tarde, y los negocios cierran sus puertas a las 18,30 o 19...

-Pero para conocer St.Barth bien vale dejarse volar por algún huracán:=))

La temporada alta comienza aproximadamente para las fiestas de fin de año y se prolongan hasta abril y los veleros festejan las mismas con grandes despliegues de luces y adornos. Gastan fortunas en los negocios de las principales marcas que se encuentran en el puerto de Gustavia y que ofrecen regalos a precios de no creer. Lo único que pude comprar fue una latita de pastillas francesas de recuerdo.

Si bien el nudismo no está permitido en la isla, existe una playa de nudismo tolerado, llamada SALINAS (Anse des Salines) que no está señalizada como nudista, pero donde la gente que quiere se desnuda, o, como casi la mayoría de las mujeres hace top.less (aceptado en todas las playas francesas).. Una sola vez vimos a un par de guardias que bajaron, miraron y se fueron. ( dejándonos con un gran susto)


Las cabañas que se ofrecen cerca de playa SALINAS atendidas por su dueño (www.salinesgarden.com) tienen instalaciones muy completas para cocinar, cosa que hicimos todos los días, pues comer afuera era excesivamente oneroso para nosotros. Las pocas cabañas que tiene están muy bien decoradas y hay que reservar con antelación. El dueño atiende personalmente con una cordialidad fuera de lo comùn. Cada cabaña lleva un nombre, nosotros estuvimos en la WAIKIKI

Uno de los motivos que genera altos costos en todos los servicios es que todas las provisiones vienen del exterior,

La isla vive del turismo y salvo alguna artesanía, o perfumería , carece de industria propia. Asimismo carecen de ríos, por lo tanto el agua que se consume es agua de lluvia que purifican, aunque se nos aconsejó tomar agua mineral.

La vegetación es exuberante al menos en la época de lluvias, puesto que no ha habido como en otras islas del caribe explotación de carbón ni de madera. Existen varios cerros de altura considerable cuyos caminos ascienden hacia casas que “los ricos y famosos” han construido en altura.

 

Para llegar a St.Barth se puede utilizar un avioncito de seis asientos que tarda 15 minutos y que sale del aeropuerto Juliana en St.Martin, con vuelos frecuentes desde la mañana hasta la bajada del sol, o bien un ferry que tarda 45 minutos y que es un poco más económico, pero no demasiado, y que se mueve bastante si el mar esta picado.

Saint Barth es un pequeño jardín montañoso, comparable a la Costa Azul,. El paisaje tiene pequeñas villas diseminadas por las colinas, hoteles de lujo, cabañas escondidas entre palmeras, pequeños centros comerciales en distintos puntos , y el puerto de Gustavia, la capital , que es donde anclan los veleros.

Esta isla tiene características muy peculiares:

Está prohibido construir edificios altos, los hoteles son pequeños, y con mucha vegetación, y no hay casinos. Realmente un paraíso natural.

Existe una alta conciencia de conservacionismo absolutamente incorporada al pensamiento de los habitantes de ST,.Barth, Se oponen, por ejemplo, a dejar construir bares o instalaciones en las playas, pues saben que el paisaje perderá su encanto natural. De modo que no existe otra opción que alquilar un coche o bien una 4x4 para ir y volver de la playa porque hay que llevarse hasta el agua..

Algo de Historia

Colón bautizó esta isla con el nombre de su hermano, Bartolomé, aunque mucho antes los primeros pobladores la llamaban Ounalao.

Los franceses se establecieron a fines del siglo XVII atraídos por su posición estratégica y la calidad de su puerto. Pero, al final, acabó convirtiéndose, por razones de política colonial, en la única posesión sueca del Caribe.

Actualmente la Isla pertenece a Francia, junto con Guadalupe y con St. Martin parte francesa, y quedan vestigios de la antigua dominación sueca, Al pasear por sus calles se encuentran todavía las placas de sus nombres escritas en francés y en sueco.

 

Gustavia, la capital, debe su nombre al rey Gustav III y, vista desde algún mirador, ofrece uno de los conjuntos más atractivos de estas islas, con todos sus tejados rojos recortados entre la vegetación

El puerto, verdaderamente calmo y protegido debido su posición privilegiada, está lleno de veleros, yates y catamaranes provenientes de todas partes del mundo.

Aparte de Anse de Grande Saline, donde está ubicada la playa nudista, existen otras de gran belleza como Anse du Gouverneur a la que se llega por una tortuosa carretera, o la de St. Jean, con centros comerciales de precios más accesibles que los de Gustavia.

Recomiendan tomar un velero en Gustavia y emprender la travesía hacia Anse de Colombier. El barco sale del puerto y bordea la costa en busca de su destino, y cuando da la vuelta a un promontorio, aparece la playa. No hay carretera, sólo una vereda que serpentea por la cuesta.

Por Florencia Brenner

info@revistanudelot.com.ar

Reedición de articulo publicado en Bola internacional-

Argentina, noviembre 11 de 2006

Fuente fotos http://visuals.didierbeck.com/French-West-Indies/Saint-Barth Portfolio/15400266_BccvZ#834484979_PkKnJ