Nudelot nuevos hallazgos.
Capítulo 18- Las desventuras del Poeta Cedielus

El nudelotense podía derramar todas las lágrimas que quisiera, sin importar el motivo o la ocasión, así se expresaban sus verdaderos sentimientos… solo así se evitaba escupir palabras con rencor, con odio… imágenes que nos han hecho daño o son demasiado desagradables…

Patea tres veces el piso y cuenta despacio hasta cien y si perdura el rencor, cuenta cien veces cien… repitiendo nuestros mantras… solo así se apaga esa avinagrada pasión. Nunca un adiós significará un hasta nunca o un hasta siempre.

En Nudelot se prohibieron las malas palabras o las groserías hirientes; solo se podía decir un “no sea murte” que expresaba desde el insulto más grave hasta el más trivial… El nudelotense olvidó las grosería por ser algo detestable en la boca de un ser digno.

“Para el hombre nunca será fácil ser bueno o puro y por eso, inventa interpretaciones; el bien y el mal, siempre serán relativos por esta razón. Los nudelotenses concluían sus disertaciones en “el bar de la buena murte”, donde se ahogaban las penas en vino, así supieran nadar; allí se libaba la miel del amor como colibríes, de las flores de los tristes olivos; para el nudelotense la bohemia era el mejor “deambulador trasplantador” de pensamientos.

Para el nudelotense, la vida tenía cuatro sabores básicos: salado, acido, astringente y dulce. La vida puede ser espumosa o corpulenta como algunos vinos; lo importante es conservar un equilibrio en sus sabores y eligiendo siempre los momentos más suaves o livianos al principio, para no empalagarnos.

Siempre hay que equilibrar los sabores entre los platos de la vida y los vinos amorosos; las relaciones dulzonas aumentan las sensaciones de astringencia; a veces algunas preparaciones ácidas, disminuyen las notas amargas de ciertos momentos, generándonos sensaciones más suaves o amables Nunca olvidemos que un poquito de sal, siempre reducirá los efectos amargos de los momentos tintos.

El vino facilita la denuncia… inclusive contra la misma podredumbre literaria. Criticar sin olfato no solo es peligroso, sino es como ver a la vida con anteojos prestados y con otra fórmula… pero el poeta puede tener tanta razón contra el filósofo, como éste contra el poeta; el poeta lucha para que no muera la vocación hacia la hermosura; son demasiadas las enseñanzas que nos dejaron los cadáveres de los poetas suicidas como Rockaus, Eseninus, Cravanix, Plathus, Sternus, Silvais, Maiacouskius, Pizarnikus… y muchos otros excelentes poetas que se inmortalizaron porque para ellos la muerte no era nada nuevo… como la vida había dejado de asombrarlos…

Hoy por la noche el poeta Cedielus intenta improvisar versos, arrancándole las prendas a sus sentimientos; la soledad se sienta a su lado, a observar el lento desfile de las ilusiones desencantadas… poco a poco se apagan las luciérnagas y los batracios revientan de tanto croar. Hoy la tristeza le ha escrito otra carta desasosegada y le narra todo lo que ha vivido apasionadamente.

Hoy el destino le dejó escrito un mensaje de su amada. El destino le arrancó las mejores hojas de sus alegrías, y sueña, quizás recuerda; vive y sobrevive, gracias a las imágenes que escondió en los laberintos de su corazón; quizás sean las sombras de esos momentos de intimidad que todos callamos o ignoramos, por necedad; pero que son en verdad, las llamas de las ilusiones que nos sostienen aferrados a esta absurda existencia.

Mañana a todos podría engullirnos una estrella o podríamos desaparecer como civilización, si nos absorbe un agujero negro; Los nudelotenses tenemos que proyectarnos hacia el espacio; sondear y aprender de las tormentas; estamos viviendo y conviviendo con una estrella, con un sol que se apaga lentamente… demasiado despacio… pero que se está apagando.

Los espíritus no pueden ignorar las enseñanzas de la naturaleza… nos estamos anonadando y aniquilando, por culpa de las falsas cualidades que heredamos o desarrollamos. Creo en la predestinación, pero no debemos permitir que nuestros actos nos alejen de la fe.

Es el hombre quién se derrota a sí mismo y somos nosotros, los hombres, los que debemos rescatarnos a nosotros mismos. La Ley religiosa es buena e indispensable para guiar y apoyar a quienes no han alcanzado la meta, para quienes persistimos en conquistar el Gran Sueño, nuestro propio Everest.

No es bueno burlar las prohibiciones o ignorar las advertencias de precaución… aunque aceptemos todas las expresiones amorosas como reales. Vivimos tiempos de expansión espiritual… vivimos la generación de las mentes abiertas. Me gusta que nos comprometamos en una búsqueda colmada de fuego; en un permanente viaje contra esa alma mediocre.

Hemos sido desde siempre demasiado permisivos con el mal y con todo lo que el mal ha necesitado del hombre para infiltrarse y apoderarse de los medios internos de control y dominio dentro de las sociedades, para esclavizar sus almas.

Pero uno de los peores factores es la permisiva pasividad de los hombres buenos, por optar posturas facilistas o demasiado cómodas; siempre suponen que otros deben asumir actitudes de oposición y critica, por creer que su única obligación ciudadana es el pagar impuestos.

Cuando decidí crear el concepto murte como una respuesta ante la inoperancia y permisividad.

Hacia seres o personas realmente repugnantes; no por el simple hecho de ser delincuentes, sino de que son como las malas semillas que enmalezan a las sociedades, comenzando por los valores dentro de sus familias.

Nudelot es más que una metáfora de rescate o una alternativa de salvamento para el hombre; es una respuesta de dignidad, frente a la desmoralización que no se atreve a atacar a las raíces mismas de sus males.

No importa si nos vencen, porque una derrota es en cierta forma un triunfo, si se aprende y reconstruye sobre ella; sintámonos siempre vencedores, para imponernos con el tiempo y gracias a una perseverancia, sobre quienes nos cuestionan o dudan de nuestras convicciones…

Héctor Cediel Guzmán (Cedielus)
Colombia

hectorcediel@gmail.com

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