CARPAS CON ENERGÍA SOLAR - HOGARES PARA REFUGIADOS

La arquitecta y diseñadora Abeer Seikaly, de origen Jordano, realizó su proyecto denominado “Weaving a Home” (“Tejiendo una casa”) como una solución para las necesidades de los refugiados de guerras y desastres naturales, donde millones de personas son afectadas y desplazadas de sus hogares y deben comenzar desde cero con las pocas pertenencias que logran rescatar.

Inspirada en las técnicas tradicionales de la cestería y haciendo uso de la Biomimética para encontrar posibles soluciones en la flexibilidad de la piel de las serpientes, esta diseñadora utilizó una tela impermeable tejida con tubos de plástico curvos.

Así surgió esta peculiar ‘tienda de campaña’ con buenas condiciones estructurales. Esta nueva piel de doble capa, de geometría aparentemente compleja y resistente a la intemperie, genera unas aberturas que permiten poner tuberías de agua y es propicia para la instalación de un tendido eléctrico.

El proyecto inicial propone refugios de cinco metros de diámetro y 2,4 metros de altura pero se podría construir estructuras de mayor tamaño.

Este tejido se expande para conformar la vivienda y se contrae para ser trasladado, sin dejar de suministrar las comodidades de la vida contemporánea (calefacción, agua corriente, electricidad, almacenamiento, etc.).

Los distintos hilos de la trama que componen estos refugios se ajustan a sus diferentes propósitos, por ejemplo: para crear ventanas y espacios de almacenamiento, o como tela solar "estirable " para generar energía sostenible, proporcionando agua, calor y electricidad.

El sistema se construye de componentes plásticos resistentes roscados en un patrón predeterminado para formar una "unidad" singular. La unidad en sí es flexible, ya que se pliega a través de su eje central.

Debido a que los elementos estructurales están concebidos para ser huecos, las instalaciones de agua y electricidad pueden incorporarse a través de la estructura, en medio de sus capas, de forma muy similar a un tabique tradicional.

Gracias a su composición este captador es sencillo de doblar y guardar, pese a sus circuitos internos. Una pantalla permite, además, controlar la energía acumulada cuyo techo brilla en la oscuridad para orientar a los usuarios que salgan por las noches, pudiendo además contar con un sistema de mensajes de texto y otras tecnologías.

Este invento cubre las más básicas necesidades energéticas, brindando la luz interior, calefacción y energía para cargar notebooks, celulares y otros aparatos electrónicos, sin importar el lugar del mundo donde uno se encuentre ni qué tan lejos se esté de la civilización.

También puede ser utilizada para la creación de espacios de cultivos sustentables al permitir la regulación de la temperatura en relación a las necesidades de cada especie.

La tela fue diseñada en función del clima y está adherida a un plástico firme, comprimido y flexible que se puede abrir para crear agujeros de ventilación o se puede sellar para mantener el calor.

Posee una estructura firme que se puede doblar para acarrearla a cualquier lugar, puede recolectar agua de las lluvias y rocío y cargar una batería gracias a la energía solar a través de una tela especializada.

 

Mayor información

www.abeerseikaly.com