El Turismo naturista

En las últimas décadas, la explosión del turismo en Europa ha comportado que el territorio, con una buena promoción, pueda ser utilizado por amplios grupos de turistas, creándose, desde la actual diversificación post-fordista del turismo, ofertas específicas para cada colectivo concreto que desea dar sentido a su tiempo de ocio.

El turismo naturista es un turismo marginal que compagina lo natural con el sol y la playa. Esta es una actividad en plena expansión en una sociedad con gran movilidad, capacidad de consumo y vacaciones segmentadas.

Dicho turismo en España, se ha iniciado después que en otros países como Francia. Vemos que el auge es importante, ya que, según datos de la Mesa del Turismo y de la Federación Naturista Española, actualmente 2.000.000 de personas practican el nudismo, de las que tres cuartas partes son extranjeros, y disponiendo de 308 playas nudistas en nuestro país.( España) Destacan las 87 de Canarias, 77 de Baleares, los 10 campings nudistas (3 en Andalucía y 2 en Cataluña), y 4 alojamientos rurales (Valencia, Tarragona, Asturias y Gran Canaria), un hotel en Almería, 6 complejos de apartamentos (4 en Andalucía y 2 en Canarias), así como cantidad de piscinas, spas, saunas, balnearios y baños, que, en muchos casos, a ciertas horas y días de la semana, permiten en sus instalaciones la práctica nudista, como expresión corporal del movimiento naturista.

Por su parte, Francia, que es el primer destino nudista europeo, tiene 600.000 practicantes autóctonos, con una edad media de 39 años para los hombres y 34 años para las mujeres, dichos practicantes muestran un nivel social medio-alto, mayoritariamente presentan una profesión liberal y únicamente el 1% pertenecen al sector primario, siendo un turismo principalmente familiar, ya que el 80% de sus practicantes son familias, según datos del INSEE (2002).

El Languedoc-Rousillon, según datos de la Maison de la France (2008), es la primera región naturista francesa, con 21 centros de vacaciones, 14 clubes, 8 playas, 2 hoteles y 2 puertos, con más de 2.000.000 usuarios, más de la mitad extranjeros, especialmente alemanes, suizos, ingleses y holandeses, aunque últimamente se detecta un aumento considerable de españoles, ingresándose anualmente 27 millones de euros, dando trabajo, directa o indirectamente, a 1.360 personas.

El naturismo se inició en Alemania a principios del siglo XX como un fenómeno derivado de tres antecedentes: el higienismo, el naturalismo (el ser humano pertenece a la naturaleza, no debiéndose separar ésta de la cultura y del respecto al medio) y una cierta mitificación de la naturaleza (vista como el Jardín del Edén). Esta búsqueda del retorno a la naturaleza, con el objetivo de regenerar a la sociedad, tuvo dos derivaciones, la alemana, más familiar, enfatizando las actividades deportivas al aire libre, la medicina natural, el cuerpo limpio y sano, y la vida sin alcohol ni tabaco, y la franco-americana, más orientada al desarrollo de grandes complejos vacacionales y la práctica turística del ocio (Jaurand, 2007).

Por ambas vías, en la segunda mitad del siglo XX, a partir de los campings naturistas, se desarrolló un nuevo tipo de turismo de baja densidad, el turismo naturista, basado en un nudismo social y físico, realizado en playas, piscinas, saunas, baños, centros de vacaciones, hoteles, campings, apartamentos y chalets, con zonas comunitarias de ocio y relación social donde el nudismo era la norma.

El naturismo, así pues, es un movimiento ideológico e institucional, que aboga por un concepto de vida en armonía con la naturaleza y una igualdad entre las personas, practicando el nudismo colectivo en todos los actos de la vida cotidiana, favoreciendo la tolerancia y el respeto por uno mismo, por los demás y por el medioambiente , sin discriminación entre el hombre y la mujer, aunque en la práctica existen más hombres practicantes, Los hombres son más asiduos practicantes de las actividades deportivas colectivas y las mujeres prefieren las actividades gimnásticas y las reuniones sociales.

Tipológicamente, los nudistas conforman un grupo muy heterogéneo, por sus orígenes, motivaciones y representaciones, de manera que en los centros naturistas predominan las familias de clases sociales medias y medio-altas, mayoritariamente profesionales liberales y del comercio, siendo el 52% extranjeros, mientras que en las playas nudistas desprotegidas son mayoritarios los individualismos, rehusando la organización y las normativas, y siendo foco de tensiones y conflictos de apropiación del espacio entre distintos actores.

El Gobierno francés, a partir de los años 1960’s, integró el naturismo en su política de ordenación del territorio mediante un desarrollo regulado y controlado a través del Ministerio de Turismo y de la Maison de la France, vendiendo la imagen del país como paraíso del naturismo, especialmente a la clientela centroeuropea (Barthe, 2001), y desde los años 1970’s-80’s vinculándolo a los centros de vacaciones en territorios de turismo reciente, bien delimitados y separados del resto, bajo el apoyo y consenso de los diferentes agentes involucrados en el desarrollo local, considerando que es un turismo marginal ya que sólo el 0,28% de los ingresos del turismo francés proviene del naturismo (Jaurand, 2007), con una facturación de 250 millones de euros anuales y dando empleo a 3.000 personas.

Sin embargo, a pesar de su creciente importancia, el turismo naturista ha sido prácticamente ignorado por las obras de Geografía del Turismo, ya que existe una cierta reticencia por parte de algunos sectores académicos en abordar estos temas …

 

Fuente

Cuadernos de Turismo de la Universidad de Murcia- fragmentos

http://www.redalyc.org/html/398/39817020010/